domingo, 19 de octubre de 2014

El grave error de conocerme

Te invito a pasar, aunque te anticipo que aquí ha tenido cabida una guerra que ha dejado muchos estragos tras de sí. Desde aquella, todo en este lugar es horror y ruina. Así que perdón por el desorden.

Ten cuidado con los escombros; es difícil encontrar algo por aquí que no te haga tropezar. La media aritmética de veces que caen los curiosos que se atreven a  pasar por aquí es de trece. Y tú no vas a ser una excepción.

¿Sabes qué? Alabo tu osadía. No sé. El ser humano suele sentirse atraído por el misterio, pero no por la total oscuridad como la que este sitio ofrece. Si tuviese elección, personalmente nunca vendría aquí. Pero es que no me queda otro remedio. 

Probablemente se te encoja el corazón al pasar por este pasadizo lleno de telas de araña, polvo y vacío. Te felicito porque ninguno de los visitantes que han decidido atravesar estas cuatro gélidas e inestables paredes ha logrado llegar hasta aquí. 

¿Que dónde está la salida? Mira, llegados al punto cumbre de la visita, has de continuar solo. Porque ya no hay vuelta atrás.

sábado, 11 de octubre de 2014

Echa a volar

A Dalmacio



Me paro a pensar un segundo,
dos, tres... (ya he perdido la cuenta),
en todo lo que te pregunto
y en tus silencios como respuesta.

Transparentes gotas de sangre
de tus invisibles heridas brotan
cuando tus ininteligibles recuerdos
se abren en tu memoria.

Resecos y pálidos labios,
¿qué escondéis con tanto recelo?
Decidme si el hermetismo y misterio
os mantendrán por siempre sellados.

Me gustaría mirar por tus ojos,
tocar con tu tacto
y entender tu silencio.

Me encantaría saberlo todo
e ir de tu mano
por tus pensamientos.

Que sepas que no estás solo,
que no es necesario
convivir con el miedo.

Sé que tu sueño es volar
y te dije mil veces
que eso era imposible;

quizás porque me tocó naufragar 
y no supe ver
la esperanza en lo simple.

Mientras yo agonizaba en la mar
quise creer
que eras un loco inocente.

Con el paso del tiempo el azar 
me hizo ver
que el doctor es también un paciente.

Ambos sabemos ya
que sí tienes alas
aunque de plumas carecen.

Así que pequeño, echa a volar
tu imaginación,
porque crear es tu fuerte.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Piromanía y Cupido

Cupido ahora no lleva carcaj ni flechas;
es un pirómano provisto de fuego y extintor.
Proveedor de la vida y de su respectivo estertor.
Embajador de la pasión y del posterior desamor.

Maldito aquel día 
en el que te dejé rociar 
con un lanzallamas
aquel recodo de mi ser 
que no conocía.

Bendito aquel día 
en el que surgió el fuego interno.
Bendita y desbocada locura 
que creí controlada
y que irse contigo quería.

He preferido quemarme, 
convertirme en ceniza contigo,
castigar y rechazar a Cupido 
por querer apagarnos.
Numantino orgullo el nuestro 
por incendiarnos aún vivos.

Suelta las armas 
el envilecido Cupido.
Levitan nuestras almas 
sobre el cielo infinito.